Si hay alguien que me ha marcado
en la vida musicalmente además de mi abuelo, ese es Pedro Fernández Razkin,
actual cantante de La Fuga. He pasado los últimos años escuchándole cantar,
escuchando cómo evolucionaba su voz, su música. Pedro es una de estas personas
que no empiezan en la música, nacen en la música, por y para ella.
Recuerdo la primera vez que lo vi
en concierto, con la misma ilusión con la que le sigo viendo subir a los
escenarios. Todo el que lo conozca sabe que ese es su sitio, donde es él mismo,
donde es feliz, y verlo desde ahí abajo, ver cómo disfruta, es uno de los
muchos regalos que me ha dado la música.
Siempre he dicho que para mí la
música es algo que hay que compartir, algo que te une a los demás, y él tiene a
su lado músicos muy buenos, pero sobre todo, buenos amigos. Hubo muchas
críticas cuando llegó al grupo, pero en estos cuatro años que lleva siendo
parte de él, ha demostrado con creces que se merece estar donde está y que es
un músico increíble.
Hay personas que pueden marcar tu
vida de diferente manera, y las hay que pasan por ella casi sin que te enteres.
Pedro es de esas personas que cuando las conoces, tu vida ya ha cambiado, de
esas que no quieres que se vayan jamás.
Me ha enseñado muchas cosas como
músico, pero también como persona. Gracias a él, he aprendido a ver la música de
otra manera, a usarla para expresar esas cosas que sin la ella son imposibles
de decir. Para mí ha sido todo un ejemplo a seguir, y sin duda puedo decir que
si nunca hubiese conocido a Pedro, hoy no sería la persona que soy.
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